Que esta pasando en La Bienale?

La Bienal de los artistas queer, los desplazados, autodidactas y outsiders. Por Gabriela Jurevicius.

The main pavilion entrance during the media open day of the of the 60th Biennale of Arts exhibition in Venice, Italy, Tuesday, April 16, 2024. (AP Photo/Luca Bruno)

  • Especial desde Venecia: zoom a la selección oficial, curada por Adriano Pedrosa, y al álbum de artistas latinoamericanos considerados centrales.
  • Paradójicamente –sostiene nuestra especialista– las complejas nociones de transnacionalidad y transgénero encuentran un esquema visual sencillo.

La expectativa por la nueva página que la 60 Bienal de Venecia inauguraría en la historia de la curaduría era considerable: al brasileño Adriano Pedrosa, el primer latinoamericano en esta tarea, le gusta reescribir la historia del arte tantas veces como se pueda. Quien hoy es curador en jefe del Museo de Arte de San Pablo supo organizar exitosas y maravillosas exposiciones como «Historias de la Sexualidad» (2017), en plena asunción de Jair Bolsonaro; «Historias Afro-Atlánticas» (2018), que aun hoy itinera por los principales museos de Estados Unidos; y la más reciente, «Historias Indígenas» (2023), en las que demostró su habilidad para incluir a numerosos artistas y sus obras, lidiando simultáneamente con la presión de coleccionistas e instituciones relevantes y la administración de presupuestos ajustados o generosos, además de editar catálogos y generar textos que hoy son imprescindibles para la narrativa arte contemporáneo.

En esta oportunidad presentó 331 artistas, más del doble de lo que se acostumbra, la mayoría muertos, muchos desconocidos, muchos exponiendo por primera vez. Esto convirtió a la Bienal, desde su anuncio, en inabarcable, llenó de excitación a un mercado ávido por nombres nuevos y a un coleccionismo bien dispuesto a colaborar.

Los "Retratos" dentro del Núcleo Histórico, en el sector Giardini. Grandes maestros consagrados en el Sur Global, muchos de ellos colgados por primera vez en un ámbito internacional. En este espacio se puede ver el autoretrato de Kahlo.

Los «Retratos» dentro del Núcleo Histórico, en el sector Giardini. Grandes maestros consagrados en el Sur Global, muchos de ellos colgados por primera vez en un ámbito internacional. En este espacio se puede ver el autoretrato de Kahlo.

“Extranjeros por todas partes” es la vez un compendio de críticas al colonialismo decimonónico, denunciado en sus formas más escolares, que nos impide reflexionar sobre las estrategias decoloniales contemporáneas. Excepto por la obra de WangSui, la inteligencia artifical, el mundo de las pantallas y el universo digital están absolutamente obliterados, al igual que la guerra, los conflictos entre bloques económicos y la incertidumbre global. En la Bienal de San Pablo 2023, por ejemplo, Manuel Borja-Villel, Lima, Menezes y Kilomba se preocuparon por hacer la misma critica pero ofrecer alternativas de análisis y justificar la adopción de nuevos criterios mucho más novedosos para la incorporación al canon.

El título Extranjeros por todas partes, tomado de una obra del colectivo Claire Fontaine (2004), hace referencia por un lado a la problemática local – aunque desde el siglo X Venecia ha tenido extranjeros por doquier– y a la xenofobia que atraviesa a las sociedades de todo el planeta hoy. Asimismo, alude al hecho de que no importa donde uno se encuentre, siempre se es extranjero respecto a algún contexto.

Frida debutó en la Biennale, 
¿y le piden que regrese a su país?

Se ha planteado un Núcleo Contemporáneo y otro Histórico puestos en relación en las dos sedes de la exposición, Arsenale y Giardini, que van a fundir y desdibujar sus límites buscando ampliar nuestra perspectiva y acercarnos a lo transcultural, transgénero, transtemporal y transdisciplinario. El resultado de la selección oficial, sin embargo, muestra un diseño de montaje extremadamente sencillo. Hace añorar las cápsulas temáticas desplegadas en 2022 por la anterior curadora, Cecilia Alemani, quien construyó diálogos con el pasado para marcar el rumbo del presente y que a partir de ese momento la curaduría mundial no pudo ignorar.

En las salas sobre Abstracción, decenas de obras con una deliberada ausencia de reconstrucción del contexto. Una de las varias dudas: ¿por qué se ha omitido el capítulo virtuoso del arte concreto de Brasil, Venezuela y Argentina? Outsiders del arte, uníos. Nota de Tapa Revista Ñ Biennale, Bienal Venecia. 18-5-24En las salas sobre Abstracción, decenas de obras con una deliberada ausencia de reconstrucción del contexto. Una de las varias dudas: ¿por qué se ha omitido el capítulo virtuoso del arte concreto de Brasil, Venezuela y Argentina? Outsiders del arte, uníos. Nota de Tapa Revista Ñ Biennale, Bienal Venecia. 18-5-24

Es que “Extranjeros por todas partes” es, a la vez, un compendio de críticas al colonialismo decimonónico, denunciado en sus formas más escolares, que nos impide reflexionar sobre las estrategias decoloniales contemporáneas. Excepto por la obra de WangSui, la inteligencia artifical, el mundo de las pantallas y el universo digital están absolutamente obliterados, al igual que la guerra, los conflictos entre bloques económicos y la incertidumbre global (cabe apuntar que en la Bienal de San Pablo 2023, por ejemplo, Borja Villel, Lima, Menezes y Kilomba se ocuparon de la misma critica pero ofreciendo alternativas de análisis y justificando la adopción de criterios nuevos y más novedosos para la incorporación al canon.

En el Núcleo Contemporáneo los artistas queer y los indígenas son los bienvenidos «extranjeros», junto con sus obras, que abren el sentido en pocas direcciones; estas incluyen a los refugiados y desplazados, los autodidactas, «outsiders» e indígenas, aquellos que se sienten extranjeros en su propio contexto.

Junto a éstos, el curador muestra su predilección por las familias de artistas que, tematizados, funcionan como leitmotiv de la transmisión de un saber ancestral, por afuera de la academia, y de un arte textil que no reconocerá fronteras ni cronologías. Estas obras reflejan un ferviente interés por la artesanía, la tradición y las técnicas rudimentarias, que en algún momento fueron consideradas ajenas a las bellas artes, para destacar lo hecho a mano, su límite impreciso con el arte y la fusión de saberes inmemoriales con la expresión creativa contemporánea.

En el Arsenale del astillero donde alguna vez se construyeron las naves más poderosas de la república veneciana para que la Serenísima conquistara el comercio de Oriente y Occidente, encontramos a los artistas de la diáspora italiana, recreando el famoso montaje de Lina Bo Bardi, afincada en San Pablo, que ya es una marca registrada del MASPI. Aquí está su propuesta más emotiva y luminosa. Y en su centro, como un magma del que el ojo no puede escapar, la obra de Clorindo Testa (Benevento 1923- Buenos Aires 2013) organiza a 40 artistas de la primera y segunda generación de inmigrantes del siglo XX, para destacar la influencia de Italia en el arte mundial, a través de obras de Waldemar Cordeiro, Libero Badii, Víctor Cunsolo, Víctor Brecheret, Simone Forti, Mario Tozzi y Claudio Perna.

En el pabellón central en los Giardini, se presentan los dos capítulos del Núcleo Histórico, ambos sobrecargados de nombres: la “Abstracción” y los “Retratos” obras exclusivamente ni europeas ni norteamericanas, realizadas entre 1915 y 1990, sin seguir una cronología ni privilegiar una geografía específica, buscando crear un arco en el tiempo más amplio que el suele imponer la historiografía modernista.

En este contexto, el capítulo de la Abstracción incluye obras de 37 artistas del sur global de mediados del siglo XX que se aleja de las escuelas europeas de la geometría dura y explora formas más sensuales e imperfectas, inspiradas en sus propias raíces. Esta audacia nos hace preguntarnos por el destino de la maravillosa abstracción latinoamericana de los años 40 y 50. ¿Por qué el arte concreto argentino, brasilero o venezolano no es tenido en cuenta, cuál fue su pecado, por qué dejar de lado uno de los mejores momentos artísticos de nuestra región? Es notable el caso de Joaquín Torres-García, por ejemplo, presente en la sección “Retratos” con una obra que realizó por encargo de una desconocida en 1941 y que no hace evidentes los principios de su muy influyente constructivismo universal.

Estos “Retratos”, alrededor de 100 obras entre pinturas y esculturas de África, Asia, América Latina y Medio Oriente, representan la figura humana a través de la mirada del encuentro de estos artistas con el modernismo europeo, mediante narrativas propias. La extensa selección reúne a artistas bien conocidos por el publico latinoamericano como Diego Rivera, Frida Kahlo, Di Cavalcanti o Guayasamin. Otros, de contextos tan diversos como el coreano Lee Qode y algunos desconocidos, como Lê Phổ (Vietnam), Georgette Chen (China/Singapur) o Emiria Sunassa (Indonesia), como si en verdad tuviera la intención de construir una lengua franca y una universalidad utópica en la que reconocernos y en la que, al mismo tiempo, nos sintamos extranjeros.

En muchas oportunidades, el curador llamó a los países participantes a unirse a su tema a través de los pabellones nacionales y ampliar asi el espectro de sentido. Muchos tomaron el guante, como Estados Unidos, Brasil, Australia y Argentina, trabajando en una comprensión de la contemporaneidad. El énfasis en la emoción artística hace que valga la pena de visitar una vez más esta Bienal.

G. Jurevicius es Licenciada en Curaduria y Gestión de Arte, y docente de historia del arte moderno y contemporáneo.

Fuente y fotos: https://www.clarin.com/revista-n/bienal-artistas-queer-desplazados-autodidactas-outsiders_0_5ujYOSSkaw.html

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