Diario de Viaje: Estocolmo

Esta vez estuvimos 3 días en Estocolmo en los finales del verano. Días llenos de sol con temperaturas de entre 15º y 25º.

Es una ciudad de cuento de hadas, parece dibujada, en cada rincón hay cosas bellas y absolutamente estéticas, la gente es muy cool, tranqui y amable.


Son 4 islas que se conectan con 57 puentes.

Con cielos infinitos y mucha naturaleza. Los paisajes son espectaculares y todo esta súper cuidado y que la gente disfruta  estar afuera en las temporadas de primavera y verano. Los inviernos son muy crudos y viven casi de noche.

Donde conviven lo antiguo y clásico

y lo moderno y de vanguardia

El cielo parece que esta más cerca y tiene una luz y nitidez que impresionan.

Caminar por su callecitas tiene «un no se que», viste…

algunas calles son muy angostas y empinadas y de adoquines impecables en la parte histórica

y otras son absolutamente modernas con construcciones de última generación diseñadas con la última tecnología de vanguardia.

Me toco un fin de semana interesante, estaba todo el centro con cortes de calles, impensado en Suecia, pero aunque parezca mentira el partido Neo Nazi estaba haciendo su cierre de campaña y se manifestaban por todo el centro. También me cruce con una movida de Hare Krishna;

La competencia anual de Triatlón;

Y una movida de más de 200 motoqueros mostrando sus Harley Davidson por todo el centro de la ciudad.

Las bicis son un clásico en todos lados

Las flores son lindísimas y las hay en todos lados.

El concepto de re-usar, reciclar y recuperar es una contante y hay casas de venta de ropa y de objetos de segunda mano en cada cuadra.

El arte infantil y de todo tipo es omnipresente. Estas son las cajas de luz de un barrio de clase media un poco alejado del centro.

La comida es sencilla pero de una excelente calidad, un simple postre de frutillas con helado se convierte en un manjar, solo por el sabor tan definido de cada uno de sus productos.

Los colores de Suecia: azul, amarillo y blanco están presentes en cada detalle.

Tienen como una suerte de obsesión por la limpieza y los cepillos artesanales son un clásico.

No podía faltar, siempre que viajo me cruzo con una novia. Esta iba caminando por la calle, charlando tranquilamente con toda su familia sin ningún tipo de prisa.

El rol de la mujer y de la movida por la igualdad de género se vive en cada rincón.

Me encantó la gente, la ciudad, la movida, el lookete de la gente muy cuidado y moderno; el contraste de lo muy antiguo y lo vanguardista; las calles y los parques cuidados; las familias con muchos niños que ya casi no se ven en Europa; la comida rica y bien preparada y su impronta cosmopolita pero muy sueca. Vale la pena el viajón!

Vayan a los lugares que siempre soñaron! Que tengan una Buena Vida!

Fotos: Pato Sclocco con iPhone 6

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