Historia del Xocolat

Si hay una historia apasionante es la evolución del Chocolate y como llego a nuestras vidas.

La historia narrada con lujo de detalles en el Libro Las Cuatro Comidas del genio de Nicolás Artusi en su capítulo “Chocolate Caliente” nos lleva de paseo desde el año 500 AC. Va mi resumen y mi versión personalísima del relato.

En 1519 llega Hernan Cortes a México y se encuentra con el Pueblo Azteca, que en ese exacto momento estaba esperando la llegada de su Dios Quetazcoalt. La única pista que tenían era que iba a llegar escondido detrás de una barba rubia…. Cuando Monteczuma, el rey a cargo de la gestión en ese momento, lo vio, no tuvo dudas. Es él! . Ni corto ni perezoso puso manos a la obra para darle la bienvenida, gran recepción, cena espectacular, números vivos con producciones a full y para cerrar la noche le ofreció , al que él creía su Dios, sin saber que se convertiría en su peor pesadilla, una copa de oro, que Hernancito vio con muy buenos ojos al copon, sobre todo porque era de ORO, lleno de un brebaje hecho a base de semillas de cacao, especias y agua; lucía horrible y sospechoso, lleno de burbujas extrañas y tenía un gusto ES PAN TO SO! pero el copon de oro y todo lo que seguía valía un trago amargo.

En América las semillas de Cacao eran moneda de cambio: 10 granos un conejo, 100 un esclavo. Cada mazorca tiene entre 25 y 30 gramos que los americanos originarios trituraban y formaban una pasta que servía de alimentos, remedio y afrodisiaco, lo que valida mi teoría de que el chocolates es muy bueno para todo.

Sigamos con nuestro amigo Hernán, volvió a España con sus barcos cargados de Oro, especies, esclavos y semillas de cacao, se las presento como ofrenda al Rey de España; el cacao fue a parar a las cocinas del Rey donde alguien tuvo la brillante idea de mezclarlo con azúcar y el brebaje espanto se convirtió en el elixir de las cortesanas. Primero llegó a Florencia y a Venecia donde las confiterías primitivas lo ofrecen como consuelo para las tardes húmedas, en Alemania y Francia donde se lo considera un lujo para la aristocracia y en 1657 se abre la primer chocolatería en Paris. Cruza el Canal de La Mancha y hace furor en Londres. Los Ingleses, con buen ojo para los negocios deciden abrir su primer plantación en una de sus Colonias: Jamaica para asegurarse el suministro para todos los súbditos del Reino sin tener que depender de las negociaciones con sus archi enemigos marítimos los españoles.

En 1689 Sir Hans Sloan, médico y botánico irlandés se instala en América para estudiar plantas y se obsesiona con el cacao, le seguía pareciendo espantoso, era bastante lógica su apreciación, el chocolate 100% cacao es muy fuerte, el sabor te queda en el fondo de boca durante mucho tiempo, pero probando y probando lo mezclo con leche y en ese exacto momento la historia se empezó a escribir con nombre y apellido, patento la receta y a su muerte la compró la marca Cadbury.

Más adelante en el afán de la transmutación el químico holandés Conrad Van Houten separa la manteca de cacao de la pasta y patenta el chocolate en polvo.

En 1824 el tema esta a full en toda Europa y se empiezan abrir chocolaterías por todas partes Suchard, Lindt, Tobler, Nestle…. el resto de la historia ya es conocida.

En 1948 un químico americano inventa el Nesquick y entramos en la época de democratización y catequización de los niños respecto del culto al chocolate. Todos los niños del mundo tomamos la chocolatada a la tarde viendo los dibujitos o haciendo la tarea.

En mi caso personal, a mi madre le parecía una abominación el Nesquick y consumíamos el Cacao Amargo de Bonafide. A las 6 años ya preparaba un postre a base de Maizena con leche y chocolate, flan de chocolate, bananas con chocolate y a la noche a oscuras en la cocina caía en la tentación de la mezcla sin igual de Dulce de Leche Gandara con chocolate. Fui refinando el gusto y salte a los bloquecitos Suchard de chocolate amargo. En los 80 viví en México, que siguen con la sana costumbre de ofrecer chocolates a las visitas y una vez por semana compraba mi surtido especial en Samborns.

Como casi todos los días de mi vida chocolate, solo una barrita 70% Cacao como me autorizo mi nutricionista ante mi reclamo de que podía dejar las harinas pero no el chocolate.

El Chocolate se puso de moda en la Argentina y gracias a Dios tenemos muy buenos chocolateros; entre mis favoritos están Los Mestizo de Diego Armamini que utiliza cacao orgánico 70% de Ecuador y lo combina con naranjas de Tucumán, sal de Jujuy, Dulce de leche de Cañuelas y para la opción chocolate blanco con Lavandas del Sur de la Provincia de Buenos Aires. Otro de mis favoritos es Bruto Chocolate que utiliza la técnica Bean to Bar, chocolate más azúcar y los Rapa Nui que aparte de chocolate tienen una combinaciones de helados gloriosas.

El chocolate es la respuesta, a quien le importa la pregunta! Es bueno para todo, pero sobre todo para el alma, es un excelente compañero que marida excelentemente con el whisky y el café en las noches de invierno.

Abracen fuerte, besen despacito y coman mucho chocolate. Que tengan una Buena Vida!

Chocolate Caliente. Cuatro Comidas, Nicolás Artusi. Editorial Planeta. Fotos: Pato Sclocco con iPhoneX

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