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Los Rusos son grandes bebedores de té desde tiempos inmemoriales. Allá por 1638 el Rey de Mongolia le mando al Zar Mihail I algo así como 70 kilos de té. Al principio hubo algunas resistencias, pero para los días de frío todos sabemos que no hay nada mejor que un té bien caliente.
La bebida pego bien para el gusto de la comunidad y tuvo una excelente recepción por la realeza y las clases más pudientes. El único problema era el costo, era muy caro. La ruta del té que iba desde China a Rusia atravesando el Desierto de Gobi era muy extensa, la travesía se hacia con caravanas de Camellos y tardaban más o menos un año y medio de punta a punta. Las hojas de té se despachaban en sacos de tela, y se embalaban de manera tal que tomaran la forma de los lomos de los camellos y para que se pudiera optimizar la carga y trasladar más sacos de té.
En 1679 Pedro El Grande firma un tratado de suministro regular de te y en 1736 Catalina La Grande, fervorosa amante del te y siempre preocupada por la felicidad del pueblo ruso, establece importaciones regulares bajando los costos y socializando el consumo de su bebida favorita para todos y todas.
En el mientras tanto, La Compañía Holandesa para la Indias Orientales, que no eran piratas pero eran muy buenos para los negocios, se aseguran el monopolio del mercado del te producido en China y Japón. Su objetivo comercial era entrar al mercado ruso, era un excelente negocio de volumen, sabían de las dificultades del ruta por tierra y tenían claro que la logística era un tema clave para asegurar la continuidad de negocio. Invirtieron en la modernización de su flota naval, apostando a unos barcos más pequeños que eran muy ágiles y permitían bajar los tiempos del traslado de las mercancías, sobre todo desde la apertura el Canal de Suez en 1869.
Les costo trabajo entrar, pero finalmente lo lograron, fletaron una goleta a full con cajas de té. Estaban todos muy entusiasmados, finalmente llego a la mercadería al puerto de San Petesburgo. Bajaron las cajas y llego el momento de la verdad, prepararon un té de la misma manera que lo hacían siempre, los rusos lo probaron y la desilusión fue superlativa…..
– Este no es el té que consumimos en Rusia , Va de vuelta….
– Pero no puede ser, es el mismo que uds. compran en china, el mismo productor, el mismo despachante…. No entendemos que pudo haber pasado….» Vamos a averiguar!
Fletaron la carga para el puerto europeo más cercano y se pusieron a investigar donde estaba la diferencia. Resulta que durante casi 18 meses de travesía a través del Desierto de Gobi, la caravana paraba todas las noches y armaba fogatas con las maderas del lugar que inevitablemente ahumaban la carga y cambiaban significativamente el sabor original.
La Compañía General de la Indias Orientales, ni corta ni perezosa, fleto una caravana con una carga de té desde China hasta Rusia, con las indicaciones que siguieran a rajatabla la misma ruta, tomo nota puntillosamente de todas las maderas con las que se armaban las fogatas, para asegurarse tener el mismo resultado y no perder el tan preciado mercado ruso, que tantas noches de desvelo les había generado.
El resto es historia conocida, armaron un secadero y ahumadero de té en China, le sumaron a su negocio el de importación de maderas del Desierto de Gobi y finalmente después de algunos meses de trabajo y de ahumarlo en canastas de bambú con astillas de pino y cedro lograron el blend que esperaban sus exigentes clientes.
Si te tienta la historia y queres probarlo, la variedad se llama Lapsang Souchong y la forma de prepararla es hacer una infusión muy concentrada 1 cuchara de te por taza, servir la mitad y agregarle, de a poquito, agua caliente para rebajar según tu gusto. Se toma solo o con leche, se lleva de maravillas con galletitas de manteca y postres flambeados con bebidas blancas. Excelente para acompañar con blinis (bocaditos) de salmón. En la cocina es un must para darle sabor ahumado a todas las preparaciones.
Que tengan una Buena Vida!
Foto: Pinterest
Como buena rata que soy en el horóscopo chino, me encanta quesear, mi dieta diaria incluye queso siempre y la vida me cruzo con el Club de Los Quesos y ahi nomas llame y me sumé. Les cuento como fue.
Al club de los vinos ahora le sumamos el Club de Los Quesos. Excelente iniciativa que te manda 3 quesos diferentes por mes para que vayas probando.
Embriago: Remojado en vino y cubierto con el hollejo de las uvas prensada durante 6 a10 semanas. El resultado es un queso con perfume a frutas. Tiene textura firme y desmenuzable pero abierta y bastante húmeda con un toque picante y penetrante. Ideal para tablas de queso, usarlo rallado, acompañado con higos y avellanas tostadas. Maridaje Tinto suave y frutado, como mi amado Merlot.
Esrom con Comino: Típico queso danes, mal llamado Danish Port Salut, si estas pensando en el Port Salut que compras en tu quesería amiga, no se le parece en nada. Pasta amarilla de textura suave con algunos agujeros. Es cremoso aromático y el toque de comino, casi imperceptible, te explota en la boca. Se sirve en lonchas, ideal para desayunas con una buena mermelada de frutos rojos; el club del queso propone probarlo con gajos de naranjas y de cebollas.
Riavulillo: Una suerte de Cacciocavallo, relleno de olivas negras y toque de ají molido. La pasta es de color blanco, suave y untuosa. Ideal para hacerlo a la plancha o en finas rebanadas con un toque de aceite de oliva en pan de masa madre. En la foto es el redondo
Me gusto la iniciativa, la relación precio calidad es balanceada y cumplieron con su promesa de entrega en tiempo y forma. Fue la primera experiencia. Los mantendré al tanto de las nuevas aventuras queseras.
Pueden contactarlos en sus redes sociales o en www.elclubdelosquesos.com.ar info@elclubdelosquesos.com.ar
Que tengan una buena vida!
Fotos: Pato Sclocco iPhoneX y El Club de los Quesos
Amo el chocolate por sobre todas las cosas. Me pone de buen humor, me levanta el animo y me llena de energía. Empece de chica como a los 5 años, hacía postres y a todo le ponía Cacao de Bonafide en abundancia; fui depurando el estilo y a los 8 solo comía bloquecitos Suchard amargo, los de color azul.
Después vivi un año en Mexico y descubrí en Samborns que el chocolate es un lujo que podes darte todos los días, cada vez que iba compraba y cuando llegaba a casa estaba siempre disponible en la mesa del living. Hace un par de años atrás llegue al grado máximo de refinamiento y decidí solo mantenerme en la línea 60% Cacao para arriba y exclusivamente de muy buena calidad, es de la única manera que no te cae mal y de que sea saludable.
El Chocolate es un camino de ida, te puede gustar o no, jamas te resulta indiferente.El único secreto siempre es la medida, una o dos barritas máximo.
La temporada alta de chocolates empieza en Semana Santa con un excelente huevo de pascua, llega a su pico máximo en pleno invierno con una buena fondue con amigos y con los aires de verano arranca la temporada de sus variedades alotrópicas: Helados, mousses y ganaches bien frías.
A la pregunta cual es mi favorito, se me complica…. voy probando siempre etiquetas nuevas de diferentes países y regiones. Los que nunca fallan: 70%Cacao con sal marina, el combo 70% Cacao con Chile maridado con un buen café expreso con crema es imbatible y ni les cuento cuando se maridan con un buen Malbec.
Les dejo un par de links del blog donde comparto experiencias chocolatosas:
Abracen Fuerte, Besen Despacito y Coman Mucho Chocolate!